domingo, 30 de diciembre de 2012
"BAR LOS GORDOS" HUELMA AÑOS 50, POR GENTILEZA DE ANTONIO LIRIO VALERO:
Este bar estaba en la Plaza de España, y ocupaba el mismo local que ahora ocupa el "Bar Zapatero" y el anterior "Bar Unión".
sábado, 22 de diciembre de 2012
FAMILIA MARTOS, HUELMA AÑOS 50. Gracias a Ana Martos:
Aparecen en la fotografía; Juan Martos, Alfonso Moreno, Ambrosio Martos, Pepa Martos, Hortensia Martos, Cristobal Guzmán, Esteban Martos y Concha Martos.
Los niños son de izquierda a derecha Gonzalo Galiano, Juanito Galiano, Jose Antonio Moreno y Juanito Moreno.
sábado, 15 de diciembre de 2012
HISTORIA DEL GRANADINO ABÚ I-QÁSIM IBN YUZAYY PROCEDENTE DE WALMA (HUELMA), SEGÚN LA FUENTE DE LA IHÁTA, gracias a Juan Martos Quesada:
"Llevaba la Kunya de Abú I-Qásim, pertenecía a una ilustre y linajuda casa de Granada y fué -!Dios lo haya perdonado!- maestro nuestro.
1.- Ancestros:
Sus antecesores porcedían de Huelma (Walma), uno de los castillos-fortalezas de las Barayila donde asentóse el más antiguo de ellos, cuando la conquista, en compañía de su pariente Abú I-Jattár Husám Ibn Dirar al-Kalbí. Al declinar el partido de los Almorávides, su antepasado (Yahyá) ostentó en Jaén, (durante breve periodo de tiempo, señorío y gobierno independiente.
2.- Condición:
Por su manera de entregarse al Conocimiento de Dios, muy próxima a la perfección, de ceñirse al sustento que proviene del numerario adquirido de un modo enteramente honorable y de aplicarse al estudio, a la anotación y a la compilación, fue -!que en paz descanse!- un faquí memorión consagrado a la docencia, con conocimientos en artes diversas, tales como la lengua árabe, la jurisprudencia, la metodología del derecho islámico, los distintos modos de leer el Alcorán, la tradición del Profeta y las bellas letras, con retentiva para la exégesis del Alcorán y con dominio de los diferentes tipos de salmodia de los recitadores alcoránicos, amén de coleccionista de libros que poseía una buena biblioteca, de trato afable, ameno en la disertación, asequible y honesto, que fue nombrado predicador de la mezquita mayor de Granada, a pesar de su juventud y conforme a sus méritos, procediendo en dicho cometido de acuerdo con las exigencias de su rango.
3.- Maestros:
Leyó con el profesor Abú Ya´far Ibn al-Zubayr, de quien aprendió la lengua árabe, el fiqh, el hadit y el Alcorán; transmitió de Abú I-Hasan Ibn Mastaqúr; leyó también el Alcorán con el ustád, almocrí y tradicionaliesta prolijo Abú Abd Alláh Ibn al-Kammád; siguó al játib Abú Abd Allá Ibn Rusáyd; escuchó al jeque y visir Abú Muhammnad Abd Alláh b. Ahmad Ibn al-Mu´addin y al ráwiya ya entrado en años Abú I-Walíd al-Hadramí, quien a su vez transmitió de Sahl Ibn Málik y de los maestros de su generación; transmitió asimismo del jeque y ráwiya Abú Zakariyyá al-Bursání, del ráwiya y játib Abú ´Abd Alláh Muhammad b. Muhammad b. ´Aalí al-Ansarí, del cadí Abú I-Maýd b. Alí Ibn Abí I-Ahawad, del cadí Abú ´Abd Alláh Ibn Bartal, del jeque y visirb. Abí ´AAbd Alláh al-Tanýali y del ustád que examinaba y decidía las cuestiones de teología y de jurisprudencia, a más de estar versado en las distintas ramas de la ciencia, Abú I-Qásim Qásim b. ´Abd Alláh Ibn al-Sátt. Y por último escribió mucho sobre materias diversas.
4.- Libros:
1.- Libro de la provisión del muslim, sobre la revisión del Sahíh de Muslim.
2.- Libro de las luces sublimes, sobre las expresiones orales de la Zuna.
3.- Libro de plegarias y jaculatorias extraídas del Sahíh de los hadices.
4.- Libro de los cánones jurídicos, sobre el compendio de la doctrina málikí, con advertencias sobre el rito sáfi´í, hanafí y hanbalí.
5.- Libro de la aproximación a la ciencia de la metodología del derecho.
6.- Libro de la luz esclarecedora, sobre los fundamentos de los dogmas de la religión.
7.- Libro del resumen meritorio, sobre el sistema de lectura del Alcorán propuesto porNáfi´.8.- Libro de los rudimentos de los seis recitadores del Alcorán excepto Náfi ´.
9 Libro de las advertencias generales, sobre las incorrecciones del habla del vulgo, amén de otros que anotó sobre la exégesis y las varioe lectiones, etc.
10.- Suya era, asimismo una magna Fahrasa (indice) que abarcaba una suma de personalidades de Oriente y de Occidente.
5.- Poesía:
De su propio magín recitó los versos con rima en gayn, imitando el modo de versificar de un grupo de poetas integrado por individualidades como: Abú I-´Alá al-Ma´arrí, el magnate Abú I-Muzaffar, Abú I-Tahir al-Silafí, Abú I-Haýýaý Ibn al-Sayj, Abú I-Rabí Ibn Sálim, Abú ´Alí Inb Abí I-Ahwas y otros, todos los cuales compusieron versos en el mentado género "Tawil"
I "POR LA CIENCIA, AL PARAISO"
"Los hijos todos del mundo abrigan un deseo y una
intención; salud y desocupación es mi personal afán
para lograr en la ciencia de la sari´a
un grado tal, que me facilite en el Paraíso entrar.
En objetivo semejante rivalicen los prudentes;
a mí me basta lo mínimo en este mundo falaz,
pues no reside el triunfo sino en un paraíso eterno,
donde vivir sea agradable y lícito libar.
II "ALABANZA DEL PROFETA"
Ansío alabar al Elegido, mas la incapacidad
me impide aprehender virtudes tales.
Dada la inmensidad del mar, ¿quien soy yo para abarcarlo?
¿quién para computar arena y astros?
Aunque mis miembros se trocasen en lenguas,
en tal caso sólo lograrían una loa parcial;
y si todos los mundos se aprestaran a alabarlo,
no llegarían ni a una parte de lo necesario.
Abstúveme de ello por respeto, educación y temor;
por veneración hacia quien posee una más elevada majestad.
!Con qué frecuencia hay silencios elocuentes!
!Cuán a menudo hay en las palabras reproches de censor!.
III "CONTRICIÓN"
!Oh Señor! Hoy se han multiplicado mis pecados,
y yo soy incapaz de computarlos y de evaluarlos.
Nada puedo hacer ante el tormento de la hoguera;
ante ella carezco de aguante y de firmeza.
!Mira, Dios mío, mi debilidad y mi pobreza,
y no me des a probar mañana el ardor de la gehena!
IV "RENUNCIA"
!Cuántos semblantes que lucen como el ol,
cuya belleza consuela el corazón del afligido,
he dejado de contemplar yo para
preservar el honor y el credo míos!
6.- Öbito:
Desapareció mientras animaba y exhortaba a los combatientes, confortándolos en su prueba, el día del evento de Tarifa que tuvo lugar a la hora de duhá del lunes 7 de ýumadá I del año 741 ( 30 de octubre de 1340)-!Dios acepte su martirio!-. Y su descendencia fue preclara en jueces y secretarios.
Fotografía de uno de los pasillos del Castillo de los Alburquerque en Huelma.
Angel del Moral
domingo, 9 de diciembre de 2012
jueves, 6 de diciembre de 2012
FAMILIA MARTOS-BRAVO, HUELMA 1946. Por gentileza de Juan Martos Quesada:
Está fechada el 14 de septiembre de 1946 , en el patio del caserón del nº 14 de la actual Avda. de Andalucía (en la actualidad deshabitada)y aparecen:
1ª fila de izda a dcha.: Ambrosio (hijo), Fuensanta (madre), Juan (padre), Esteban (hijo)
2ª fila (de izda a dcha): Cristobal (marido de Hortensia), Hortensia (hija), Concha (hija) Pepa (hija), Alfonso (marido Pepa)
y, por enmedio, cuatro nietos que no logro reconocer.
domingo, 2 de diciembre de 2012
domingo, 11 de noviembre de 2012
miércoles, 7 de noviembre de 2012
viernes, 2 de noviembre de 2012
LA MENTALIDAD RELIGIOSA ANTE LA MUERTE EN LA HUELMA DEL SIGLO XVI:
Fotografía de la "Capilla de las Ánimas", Iglesia de la Inmaculada Concepción Huelma (Jaén).
...Una vez que el alma se ponía en paz con Dios y con los hombres, llegaba el momento de la agonía, para la cual el enfermo se va a rodear de los profesionales del buen morir, los sacerdotes de distintas órdenes. Según éstos, en la habitación se debía prohibir la visita de familiares cercanos, amigos o deudores, pues se pensaba que estos acrecentaban en el moribundo el apego hacia los bienes terrenales y, por lo tanto, era un serio obstáculo para su "carrera de salvación". Cuando se permitía la visita de algún familiar cercano se le instaba a que no manisfestara sentimientos de tristeza. Junto a los sacerdotes se aconsejaba la presencia en el lecho de algún niño, pues su oración inocente agradaba mucho a Dios, o de algún amigo cuyas virtudes cristianas fueran destacadas, para que éste diera prudentes exhortaciones que lo confortaran ante las duras tentaciones. Con todo ello se pretendía que el transito hacia la otra vida se hiciera lo menos doloroso posible, controlando todos sus estados de ánimo y procurando que fuera lo más ejemplificante posible. Esto es lo que recomendaban las artes del buen morir, lo cual nos hace pensar que podía variar en algunos aspectos en función del estrato social y del calado cristiano que poseía el agonizante.
Fallecido el individuo, la comunidad parroquial participaba del acontecimiento por medio del tañido de las campanas, que doblaban a duelo. A continuación, se iniciaba todo el cortejo fúnebre que, presidido por la cruz parroquial, se encaminaba a la casa del fallecido y que no era sino el comienzo de todo un rosario de actos exequiales que culminaban con el "oficio del cabo del año". Todos ellos habían sido previamente establecidos en el testamento y, por consiguiente, su análisis nos da mucha luz a la hora de conocer todo el amplio espectro de posibilidades que ofrece la configuración del mundo de la muerte y de la religiosidad en la villa de Huelma.
En el cortejo fúnebre que lo llevaba desde su casa a la parroquia, en este trayecto como en los actos subsiguientes se pedía en el testamento el acompañamiento del féretro por una serie de personas. Lo más usual era la participación de los clérigos parroquiales, con su cruz y sacristán, seguidos muy de cerca por las cofradías, confirmando la importancia que éstas tuvieron en el ámbito de la muerte. En una mínima parte de los testamentos se solicita el acompañamiento de frailes, la mayoría de los cuales pertenecen al convento de Santa Isabel de la orden de los agustinos, sito en la misma villa.
Una testadora de la villa Ana López manda le acompañen tres pobres el día de su enterramiento, a los cuales les debía vestir y dar una vela. Esta práctica solía ser muy usual en otras localidades y respondía a la necesidad de realizar los obras de caridad que no se habían realizado en vida.
Lo más usual era el acompañamiento de dos o tres cofradías por testador, pero con demasiada frecuencia solía elevarse la asistencia a cuatro, pudiendo alcanzar niveles superiores aunque no eran tan usuales. El testador se podía encomendar a una o varias cofradías que se debían de encargar tanto de atenderlo y asistirlo en su enfermedad como de acompañarlo en sus exequías, debiendo destinarle algunas misas a favor de su alma.
En un estudio global de las cofradías que aparecen en las mandas testamentarias nos puede ayudar a comprobar cual de ellas tenía mayor relevancia social:
Santísimo Sacramento 42.50%
Ánimas del Pulgatorio 40%
Santa Vera Cruz 33.75%
Santo Nombre de Jesús 31.25%
Nuestra Señora 28.75
San Sebastián 12.50%
San Marcos 11.25%
Nuestra Señora de la Cabeza 5%
Los Nazarenos 3.75%
Nuestra Señora del Rosario 1.25%.
Hay que decir que prácticamente el cien por cien de los enterramientos se realizaban en la iglesia mayor, apuntando como causa más directa el deseo de descansar eternamente donde se desarrollaba la mayor parte de su vida cotidiana religiosa, lugar donde a su vez estarían sepultados la mayoría de sus familiares.
El cuerpo se podía amortajar con el hábito de alguna orden religiosa o de cofradías
Normalmente las cofradías o la misma parroquia, poseían todo el mobiliario necesario para la celebración de las exequias (paños, ataúdes, hachones de cera, etc.). de tal modo que pudieran reutilizarse para todos los hermanos que así lo necesitaran. Así la cofradía de Ánimas del Pulgatorio se encargaba de dar cristiana sepultura a los hermanos, para lo cual disponía de un paño de terciopelo negro que tapaba el cuerpo del difunto para darle mayor decoro y honra.
La sepultura dentro de las iglesias era motivo de importantes conflictos ya que se llegó a pensar que la misma era poco más que la prolongación del espacio doméstico, tratándola como si fuera una pequeña propiedad cuyo uso estaba restringido únicamente a los propietarios y sus herederos. Así, en el lmismo testamento de Marina García, se estipula lo siguiente:
..."Quiero y es mi voluntad que, para mi sepultura e para poner en ella, se saque una alfombra sin quenta de mis bienes y la lleve mará Sánchez e Marina García su hija, y se syente en la dicha mi sepultura ella e su hija todos los días que bibiere e nadie les pueda poner ynpedimento a ello, e despues de sus días se enterren ambas en ellas..."
Como dato aclaratorio conviene saber que, ambas mujeres fueron esclavas sometidas a servidumbre doméstica, a las cuales se les da carta de liberto en el mismo testamento. Refiriendose a " María Sánchez, mora de las del reyno de Granada, dice que le ha sevido muy bien e me a fecho otros regales e es buena cristiana, por lo cual a madre e hija las hago libres e les suelto e remito todo e qualquier derecho de patronazgo que contra ellas tengo por razones del dicho cautiverio e servidumbres, e les doy poder cumplido para que hagan sus testamentos o cobdicilios e todo aquello que personas libres e de poderío paternal pude e deben hacer".
Una vez el cuerpo llegaba a la iglesia se iniciaban las exequias propiamente dichas. Las celebraciones cultuales eran diversas pero todas ellas tenían componentes comunes. La misa y vigilia el día del enterramiento era uno de estos actos habituales que podía ser de oficio mayor, llano o menor. Se mantenía la costumbre hebraica de ofrendar pan y vino. La cera simbolizaba la luz de la vida futura y la esperanza en la resurrección, por ello su empleo fue tan corriente en las exequias.
En la villa de Huelma fueron muy usuales los novenarios, que consistían en que durante nueve días se dijese una misa cantada con su responso. Con el oficio del cabo del año se daban por finalizadas las exequias fúnebres.
Se trata de un pequeño resumen del trabajo de nuestro investigador local Amable Vico Vico:
MENTALIDAD RELIGIOSA ANTE LA MUERTE EN EL SIGLO XVI A TRAVÉS DE LOS TESTAMENTOS. EL CASO DE HUELMA.
domingo, 28 de octubre de 2012
jueves, 18 de octubre de 2012
"EL ASEDIO DE HUELMA DE 1476", TOMÁS QUESADA QUESADA:
El próximo 10 de noviembre el Ayuntamiento de Huelma va ha celebrar un homenaje a nuestro historiador Tomás Quesada Quesada, en el que intervendrán dos ilustres paisanos y ponentes, su hermano Manuel Quesada Quesada que nos hablará sobre su trayectoria profesional y humana, y Juan Martos Quesada el cual presentará la ponencia "Huelma medieval y musulmana".
Desde este humilde blog me sumo a esta iniciativa y para ello presento un fragmento de este trabajo que publicó en la Universidad de Granada el cual espero sea de vuestro agrado, en el aparece la figura del "Almayal", mercader recogido en diversas treguas como los únicos autorizados a comerciar a ambos lados de la frontera.
EL ASEDIO DE HUELMA DE 1476:
EL ASEDIO DE HUELMA DE 1476:
El 18 de febrero de 1476 un ejército formado por hombres de Guadix y Baza, a las órdenes de los caudillos de estas ciudades, pusieron cerco al castillo de Huelma a pesar de que había asentada una tregua entre Castilla y Granada, en respuesta a un robo de ganado y al cautiverio de algunas personas que los de Huelma habían efectuado con anterioridad, según nos relata el Libro de Actas Capitulares de Jaén de 1476: "... por cuanto los cabdillos de Guadix y Baza con muncha cauallería e peonaje de los moros del reyno de Granada vinieron sobre la villa de Huelma este domingo pasado que se contaron dies e ocho dias deste mes de febrero en que estamos e fisyeron mucho daño en el un castillo en quebrantamiento de la pas asentada entre los muy altos e muy poderosos rey don Fernando e reyna deña Ysabel, nuestros señores, e el señor rey de Granada..."
Sucesos como éste eran frecuentes en la frontera y en si mismo no tiene nada de extraordinario. El interés de esta acción reside en el papel jugado por la ciudad de Jaén en ella y que nos refleja la organización existente entre los castillos fronterizos y la cuidad base.
El alcaide de Huelma, Diego de Biedma, informa rápidamente al concejo de Jaén de esta acción de los granadinos para que, como cabeza del sector fronterizo, tome cartas en el asunto. La ciudad de Jaén responde de inmediato a los requerimientos del alcaide de Huelma, en la reunión del concejo de la cuidad del día 21 de febrero se enumentran las acciones que la ciudad había emprendido en defensa de su castillo: en primer lugar la toma de rehenes entre los "almayales" granadinos que se encontraban en Jaén para obligar a los musulmanes a levantar el cerco: "...los dichos señores concejo avian mandado detener en esta ciudad ciertos almayales que en el la estavan moros del reyno de Granada fasta que los dichos moros se fuesen del dicho cerco e porque los dichos moros se fueron e alzaron el dicho cerco los dichos señores concejo por no tener pendencia con los dichos moros mandaron que lo dichos almayales se vayan muncho en ora buena con sus mercadurías a Granada..." el concejo de Jaén emprende una acción de réplica en defensa de un castillo del que era responsable.
Y en segundo lugar, puesto que estaban firmadas las treguas, inicia las negociaciones necesarias con Granada, cabeza del correspondiente sector fronterizo musulmán, para que este suceso se solucionase pacíficamente sin que diese lugar a una ruptura de la tregua vigente, y entre estas disposiciones se incluye la prohibición al alcaide y hombres de Huelma de tomar prendas en represalia: "Este día los dichos señores mandaron escreuir una carta para Diego de Biedma, alcayde a la villa de Huelma, que non faga prendas por maldaño que en la dicha villa fizieron los moros en ningunos almayales que ventan a esta cibdad por quanto la pas rue asentada entre los mluy altos e muy poderosos el rey e la reyna nuestros señoes con el rey de Granda de Lorca a Tarifa de barra a barra y los dichos señores concejo tyenen escripto sobre el lo al dicho rey de Granada e con lo que repondiere lo noteficaran a e faran saber al alteza de los ya dichos rey e reyna nuestros eñores para que determinen lo que mas cumple a su seruczio".
El rey de Granada atendió los requerimientos del concejo de Jaén y pocos días después, el cuatro de marzo, escribió una carta al concejo de la ciudad explicando y disculpando la acción emprendida por sus súbditos e instando al concejo de Jaén a que enviase a un apoderado para solucionar definitivamente el problema: "Este dia troxieron una carta del señor rey de Granada escripta en aravigo e otra en yahien Aluayat, su secretario, sobrel daño que los cabdillos de Guadíz e Baza con sus moros fisyeron en la villa de Huelma en la qual se contenia quel alcayde Diego de Biedma, alcayde de la dicha villa de Huelma, avia fecho muchas sinrasones a los moros de Guadix tomando y mandando tomar moros furtados e ciertas asemilas y yeguas estando asentada la pas, tanto que los dichos cabdillos non lo pudieron sogrir e ovieron de venir sobre la dicha villa de Huelma, de la qual el dicho señor rey de Granda avia avido muy grandisymo enojo y que luego como lo supo envio mandar a los dichos cabdillos alzasen el dicho cerco, los quales asy lo fysyeron e cunplieron e que esta cibdad enbiase sus mensajeros para que fuesen a Granada e lo negociasen e desatasen todo. Luego por los dichos señores vistas las dichas cartas mandaron escreuir sobrello al ya dicho secretario e a Bulcazan Vanegas, alguazil mayor, e sacaron por mensajero para lasleuar para lo todo negociar al jurado Martind´Espynosa..."
LA ORGANIZACIÓN MILITAR DE LA ZONA MERIONAL, DEL REINO DE JAEN. EL ASEDIO DE HUELMA DE 1476.
TOMÁS QUESADA QUESADA
UNIVERSIDAD DE GRANADA
Puedes leer el trabajo al completo en el siguiente enlace:
Puedes leer el trabajo al completo en el siguiente enlace:
domingo, 14 de octubre de 2012
domingo, 7 de octubre de 2012
sábado, 6 de octubre de 2012
sábado, 29 de septiembre de 2012
domingo, 23 de septiembre de 2012
domingo, 16 de septiembre de 2012
EN LA PUERTA DEL TALLER DE COSTURA DE ENRIQUE VEGA "EL SASTRE", HUELMA 1975:
En esta fotografía podemos ver a un gran número de las trabajadoras de este taller de confección, junto a miembros de la familia y abajo en el centro el "Maestro Enrique". Este taller estaba en la Plaza Nueva.
Gracias a Lola Barajas Vico por compartir esta bonita fotografía
viernes, 24 de agosto de 2012
FERIAS DE HUELMA AÑOS 60, ENTREGA DE PREMIOS DEL CONCURSO DE "BEBEDORES DE CERVEZA", por gentileza de Juan A. Ruiz Valenzuela:
El ganador es mi vecino Bernardo Aranda Barajas "Chiviranda" y entrega el premio el entonces Alcalde de Huelma Baltasar López Guzmán.
martes, 24 de julio de 2012
miércoles, 11 de julio de 2012
viernes, 6 de julio de 2012
miércoles, 4 de julio de 2012
viernes, 29 de junio de 2012
GRUPO DE AMIGOS, HUELMA AÑOS 70. Gracias a Ramón Raya:
La primera fotografía de esta serie está realizada junto al escaparate de la tienda de Maria Angustias, frente al Bar Sol. Las otras dos pertenecen a la celebración del Domingo de Hornazos y están hechas en los alrededores de la Ermita de la Fuensanta.
martes, 19 de junio de 2012
HERMANOS JUAN Y FRANCISCO TORRES Y SU MADRE LOLA LIRIO, gracias a Paco César:
Es una alegría el poder compartir con vosotros estas tres fotografías, en las que podemos ver a estos hermanos invidentes vecinos de Huelma. Juan y Francisco, que eran muy queridos en el pueblo. Yo tengo muchos recuerdos por vivir cerca de su casa, los veía cuando Lola su madre los llevaba a misa pues ellos tenían unas voces privilegiadas, y cantaban en los oficios, o en la Barbería Lírio donde mi tío Juan les cortaba el pelo y mientras esperaban se cantaban unas coplas.
La tercera fotografía es en la calle Carcel y podemos ver a Lola cosiendo sentada junto a la puerta.
jueves, 7 de junio de 2012
LAS FIESTAS DEL CORPUS CHRISTI EN LA HUELMA DEL SIGLO XVI:
Fotografía de las Fiestas del Corpus en Huelma 2010.
EL CORPUS:
EL CORPUS:
Por su importancia, por sus connotaciones lúdico-festivas, por la implicación del poder civil local y, en definitiva, porque trascendió a lo puramente religioso, implicando a todos los sectores sociales de la villa-esto es: cabildo municipal, prior parroquial, clérigos, beneficiados, capellanes, frailes, cofradías, y pueblo fiel-, el día del Corpus Chirsti constituyó la fiesta popular por excelencia y, por supuesto, una de las jornadas festivas más destacadas del año.
En Huelma, el cabildo Municipal era el encargado de sufragar los gastos del día del Corpus. Para este fín, el duque de Alburquerque, señor de la villa, cedió al Concejo -en 1602 y por seis años renovables- una dehesa de diez fanegas de tierra, que debía roturar y poner en producción. Una vez arrendada, parte de los beneficios -63 ducados- se destinaban a sufragar los gastos generados durante el Corpus de ese año y con el remanente se establecieron cuatro censos a vecinos de la población, asegurándose rentas perpetuas para costear fiestas tan señaladas.
De este modo se evitaban situaciones dolorosas para el Concejo, como el encontrase sin recursos suficientes para celebrar las fiestas del Corpus con la solemnidad acostumbrada por la crisis económica. Así ocurrió en 1599 que, ante la escasez de fondos en las arcas municipales, únicamente se contrataron cuatro músicos que debían de amenizar tanto los divinos oficios como la procesión.
Normalmente, un mes antes del día del Corpus se celebraba un cabildo en el que se nombraban a dos comisarios de entre los regidores que organizaban todo lo referente a dicha fiesta: danzas, comedias, coloquios, música y "otras invenciones y regocijos". Llegan a sorprender actos tan variopintos, teniendo en cuenta la población en la que nos encontramos, y que nos ofrecen en su justa medida la dimensión real de la fiesta del Corpus en Huelma.
Si los actos festivos eran organizados por el Concejo Municipal, los religiosos los organizaba la Iglesia Mayor de Santa María, en estrecha colaboración con la Cofradía del Santísimo Sacramento, que se iniciaba el domingo anterior al jueves del Corpus y finalizaba el domingo siguiente, fecha en la que la anterior cofradía celebraba su fiesta mayor. En el día del Corpus Christi, y tras la solemne misa cantada, se celebraba la procesión del Santísimo Sacramento por las calles de Huelma. La Hostia consagrada se colocaba en la custodia y ésta sobre unas andas de madera hechas para la ocasión. la procesión comportaba un riguroso orden, que era reflejo de la sociedad estamental de la época: primero oficios y cofradías, desde la más joven a la más antigua, clérigos, regidores, frailes y, por último, presidiendo el cortejo, iba el prior parroquial y el corregidor de la villa. Los cofrades del Santísimo Sacramento tenían obligación de acompañarlo por las calles portando cirios y con los pendones de la misma, incurriendo en graves penas aquellos hermanos que no lo hicieran sin tener un motivo justificado. Así, el 4 de julio de 1598 el corregidor de la villa Pedro Ochoa de Salazar condenó a varios vecinos a tres rs. cada uno por no haberlo acompañado. Esta cofradía también se encargaba de adornar el templo parroquial con colgaduras y ramos para tan señalada ocasión.
OTRAS FIESTAS DEDICADAS AL SANTÍSIMO:
A partir de 1582, la Iglesia Mayor realizaba una fiesta en honor al Santísimo Sacramento los terceros domingos de cada mes, a la cual tenía obligación de asistir todo el clero parroquial.
Durante la vísperas solemnes, el día anterior, al igual que durante la misa, el Santísimo Sacramento permanecía en el altar mayor para la veneración y adoración del pueblo, prohibiéndose explicitamente que se expusiera en otro lugar. Al acabar la Misa, se iniciaba una procesión por el interior del templo, y para tal efecto se emplearon las andas que se utilizaban en la octava y día del Corpus hasta 1587. En este año, durante la visita del doctor Tello de olivares, se prohibió el emplear dichas andas, disponiendo que en su lugar el prior portara la custodia en sus manos.
El Jueves Santo era otro de los días en que el Santísimo Sacramento recibía un culto especial, pues en ese memorial de la Última Cena se conmemoraba la institución de la Eucaristía. Para ello, en la capilla del sagrario de la Iglesia de Santa María, en la nave del Evangelio contigua al presbiterio, se levantaba el Monumento. Aquel día, por la tarde y al acabar la Misa de la Cena, se procedía a la reserva del Santísimo en la capilla habilitada a tal fin para la adoración de todo el pueblo, permaneciendo en dicho altar hasta el medio día del Viernes Santo. Los momentos más solemnes eran al iniciar la adoración y al finalizar la reserva, y a ellos debían asistir todos los clérigos y las cofradías de la villa, en especial la del Santísimo Sacramento. Ésta solía dar cera para el Monumento, pese a que no era su obligación, hasta que en 1626 se negó a hacerlo al tener otros fines más prioritarios que cumplir, lo que llevó a la fábrica parroquial a querellarse contra la cofradía. En concreto, los hermanos de la Esclavitud del Santísimo Sacramento, la segunda cofradía de la villa que realizaba un culto especial a la Eucaristía, estaban presentes en el "encerramiento y desencerramiento" del Jueves y Viernes Santo con sus cirios encendidos y con su estandarte.
LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE HUELMA:
Si ha existido en la Edad Moderna alguna institución religiosa que consiguió articular en su seno todos los aspectos anteriores ésa fue la cofradía del Santísimo Sacramento, pues tenía obligación de acompañar al Viático cuando éste salía a visitar a los enfermos, atender a sus cofrades ante cualquier necesidad espiritual o corporal, darles cristiana sepultura y encargar misas por el bien de sus almas. Igualmente, participaba en la organización de la Fiesta del Corpus Christi y el Monumento del Jueves Santo.
Con estatutos fechados en 1529 y agregada a la Archicofradía del Santísimo Sacramento con sede en la iglesia romana de Santa María Sopra Minerva el 20 de abril de 1540, fue sin duda, una de las hermandades con mayor devoción popular. Así, del estudio aleatorio de unos ochenta testamentos huelmenses del último cuarto del siglo XVI se desprende que la cofradía del Santísimo Sacramento era la de mayor difusión entre la población.
Tal difusión iba pareja a los beneficios espirituales que comportaba dicha hermandad. Todo nuevo cofrade podía obtener indulgencia plenaria de todas sus culpas y pecados si se confesaba y recibía el Santo Sacramento tres veces en su vida.
Esta cofradía tenía un doble fin, de adoración y de escolta de honor, al igual que la Archicofradía de Sopra Minerva: un grupo de fieles devotos de la Eucaristía se reunieron en esta iglesia romana ante el dolor que les producía ver los sagrarios abandonados, y que el Santo Viático era llevado a los enfermos sin la solemnidad que merecía.
Una de sus obligaciones más importantes fue el acompañar el Santísimo Sacramento en su visita a los enfermos. La cofradía organizaba y costeaba todo lo relacionado con el cortejo de las diferentes salidas. Así, ofrecía cirios tanto a sus hermanos, que debían asistir obligatoriamente bajo penas, como al resto de vecinos que quisieran.
Para tal fin, muchos devotos del Santísimo Sacramento legaban en sus testamentos importantes donativos a la cofradía para que ésta los pusiera a censo y así ir costeando los gastos de cera. También tenía "un palio de damasco carmesí con cuatro varas" para que bajo de sí fuera el sacerdote con el Viático, y un estandarte de damasco, oro y seda, con vara y cruz de plata y con las insignias del Santísimo Sacramento, que presidía la comitiva. En 1632 se acordó hacer un guión nuevo, pues el que había estaba muy deteriorado. Para que lleguemos a comprender el desvelo que esta cofradía tuvo para que estas salidas se realizasen con la mayor solemnidad y decoro, en 1622 contrató a cuatro minstriles que debían tocar para el Santo Viático cuando visitaba a los enfermos todos los días de fiesta.
El acompañamiento en los funerales, el dar cristiana sepultura a aquellos hermanos que estuvieran encomendados, así como los sufragios post mórtem eran otros fines importantes de la cofradía. Ésta acompañaba a sus hermanos difuntos el día de su funeral -cuando lo solicitasen en su testamento-, dándole cuatro hachas de cera para cada uno y debiendo decirles una misa por su alma. Por otro lado, si quien fallecía era alguno de sus hijos o criados, se les daba dos hachas a cada uno -siempre que estos últimos no tuvieran con qué enterrarse-. Cuando una persona pedía encomendarse a la cofradía pagaba el doble de una entrada normal, es decir, 20 rs, lo que le otorgaba ciertos derechos, como eran un trato más personal de la cofradía en la agonía, enterramiento y honras fúnebres.
La fiesta principal de la cofradía se celebraba el domingo infraoctavo al del día del Corpus, fiesta que era precedida por por una octava al Santísimo Sacramento -en la que se exponía el Cuerpo de Cristo en la custodia para darle adoración por los hermanos-, y culminaba el domingo susodicho con una solemne misa cantada con sermón y ministriles -músicos de cuerda o viento-.
El jueves del octavario se celebraba el día del Corpus Christi. En esta fiesta, como ya expusimos anteriormente también participaba de modo especial esta cofradía, teniendo obligación de acompañar al Santísimo Sacramento tanto en la misa como en la posterior procesión por las calles del pueblo.
Sintetizando, la octava, el día del Corpus y la fiesta del Santísimo Sacramento, el domingo infraoctavo, eran celebraciones que estaban intimamente relacionadas y en las que ésta cofradía participaba no sólo de un modo activo, sino que colaboraba con la fábrica parroquial en su organización y en sufragar los gastos originados en cera, colgaduras, ramos, indienso, organista y ministriles. El Concejo municipal, por su parte, se encargaba de la vertiente lúdica, pero sin entender ambos aspectos -culto y fiesta- como aspectos disociados, sino más bien entroncados en la misma causa: que todo el pueblo, unido a una, honre devota y festrivamente al santísimos Sacramento.
LA COFRADÍA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO DE HUELMA:
Si ha existido en la Edad Moderna alguna institución religiosa que consiguió articular en su seno todos los aspectos anteriores ésa fue la cofradía del Santísimo Sacramento, pues tenía obligación de acompañar al Viático cuando éste salía a visitar a los enfermos, atender a sus cofrades ante cualquier necesidad espiritual o corporal, darles cristiana sepultura y encargar misas por el bien de sus almas. Igualmente, participaba en la organización de la Fiesta del Corpus Christi y el Monumento del Jueves Santo.
Con estatutos fechados en 1529 y agregada a la Archicofradía del Santísimo Sacramento con sede en la iglesia romana de Santa María Sopra Minerva el 20 de abril de 1540, fue sin duda, una de las hermandades con mayor devoción popular. Así, del estudio aleatorio de unos ochenta testamentos huelmenses del último cuarto del siglo XVI se desprende que la cofradía del Santísimo Sacramento era la de mayor difusión entre la población.
Tal difusión iba pareja a los beneficios espirituales que comportaba dicha hermandad. Todo nuevo cofrade podía obtener indulgencia plenaria de todas sus culpas y pecados si se confesaba y recibía el Santo Sacramento tres veces en su vida.
Esta cofradía tenía un doble fin, de adoración y de escolta de honor, al igual que la Archicofradía de Sopra Minerva: un grupo de fieles devotos de la Eucaristía se reunieron en esta iglesia romana ante el dolor que les producía ver los sagrarios abandonados, y que el Santo Viático era llevado a los enfermos sin la solemnidad que merecía.
Una de sus obligaciones más importantes fue el acompañar el Santísimo Sacramento en su visita a los enfermos. La cofradía organizaba y costeaba todo lo relacionado con el cortejo de las diferentes salidas. Así, ofrecía cirios tanto a sus hermanos, que debían asistir obligatoriamente bajo penas, como al resto de vecinos que quisieran.
Para tal fin, muchos devotos del Santísimo Sacramento legaban en sus testamentos importantes donativos a la cofradía para que ésta los pusiera a censo y así ir costeando los gastos de cera. También tenía "un palio de damasco carmesí con cuatro varas" para que bajo de sí fuera el sacerdote con el Viático, y un estandarte de damasco, oro y seda, con vara y cruz de plata y con las insignias del Santísimo Sacramento, que presidía la comitiva. En 1632 se acordó hacer un guión nuevo, pues el que había estaba muy deteriorado. Para que lleguemos a comprender el desvelo que esta cofradía tuvo para que estas salidas se realizasen con la mayor solemnidad y decoro, en 1622 contrató a cuatro minstriles que debían tocar para el Santo Viático cuando visitaba a los enfermos todos los días de fiesta.
El acompañamiento en los funerales, el dar cristiana sepultura a aquellos hermanos que estuvieran encomendados, así como los sufragios post mórtem eran otros fines importantes de la cofradía. Ésta acompañaba a sus hermanos difuntos el día de su funeral -cuando lo solicitasen en su testamento-, dándole cuatro hachas de cera para cada uno y debiendo decirles una misa por su alma. Por otro lado, si quien fallecía era alguno de sus hijos o criados, se les daba dos hachas a cada uno -siempre que estos últimos no tuvieran con qué enterrarse-. Cuando una persona pedía encomendarse a la cofradía pagaba el doble de una entrada normal, es decir, 20 rs, lo que le otorgaba ciertos derechos, como eran un trato más personal de la cofradía en la agonía, enterramiento y honras fúnebres.
La fiesta principal de la cofradía se celebraba el domingo infraoctavo al del día del Corpus, fiesta que era precedida por por una octava al Santísimo Sacramento -en la que se exponía el Cuerpo de Cristo en la custodia para darle adoración por los hermanos-, y culminaba el domingo susodicho con una solemne misa cantada con sermón y ministriles -músicos de cuerda o viento-.
El jueves del octavario se celebraba el día del Corpus Christi. En esta fiesta, como ya expusimos anteriormente también participaba de modo especial esta cofradía, teniendo obligación de acompañar al Santísimo Sacramento tanto en la misa como en la posterior procesión por las calles del pueblo.
Sintetizando, la octava, el día del Corpus y la fiesta del Santísimo Sacramento, el domingo infraoctavo, eran celebraciones que estaban intimamente relacionadas y en las que ésta cofradía participaba no sólo de un modo activo, sino que colaboraba con la fábrica parroquial en su organización y en sufragar los gastos originados en cera, colgaduras, ramos, indienso, organista y ministriles. El Concejo municipal, por su parte, se encargaba de la vertiente lúdica, pero sin entender ambos aspectos -culto y fiesta- como aspectos disociados, sino más bien entroncados en la misma causa: que todo el pueblo, unido a una, honre devota y festrivamente al santísimos Sacramento.
El Santísimo Sacramento como centro de la piedad.
Universidad de Jaén.
Universidad de Jaén.
Amable Vico Vico.
lunes, 4 de junio de 2012
miércoles, 30 de mayo de 2012
miércoles, 23 de mayo de 2012
HELADERÍA "LA POLAR" Y "BAR JARDÍN", HUELMA AÑOS 70. Gracias a Alfonso Martínez Guzmán:
En esta serie de fotografías podemos ver en la primera a José Martínez Nicolas en su heladería "La Polar", la cual estuvo situada en los años 70 en la C/ Ramón y Cajal (Larga). En la segunda imagen está con su mujer Elena Guzmán y sus hijos Encarna, Diego Bernardo y Alfonso Tomás en "La Pista" de la Feria de Huelma. En la tercera está detrás de la barra de lo que fue el "Bar Jardín", situado en la Avnda de Andalucía, frente al jardín. Y en la última fotografía está acompañado por numerosos vecinos sentado en la ventana del Bar Eduard (más arriba del antiguo Pub Sagitario) en la C/ Santana.
sábado, 12 de mayo de 2012
FERIAS DE HUELMA 1973, gracias a Mari Carmen Ruziz Catedra:
En esta bonita fotografía podemos observar el momento en que se nombran las Damas de Honor; Virtudes Rubio y Mari Carmen Ruiz Cátedra, a los lados de la Reina de las Fiestas de 1973 Patrocinio Fernández.
sábado, 5 de mayo de 2012
ENSERES E INSIGNIAS DE LA COFRADÍA DE NUESTRA SEÑORA DE LA CABEZA DE HUELMA:
Si la cofradía se fundó el 5 de abril de 1587, ya en el cabildo siguiente se menciona la necesidad de hacer un estandarte para la procesión de la romería de Andujar "y para el dicho efeto ay necesidad de que se haga un estandarte para llebar en la dicha procesión que se haze el dicho dia, conforme a las demás cofradías que acuden al dicho día". Por tanto se acordó que se hiciera un estandarte de terciopelo carmesí, bordado con hilo de oro. El cabildo de cuentas del 30 de octubre de 1588, al señalar los gastos de la cofradía se apuntan los costos de dicho estandarte, más de mil cincuenta reales, que se repartían entre el terciopelo, hilo de oro, lienzo, seda y raso blanco. En la cara delantera del mismo, Alonso Quintero pintó una imagen de Nuestra Señora de la Cabeza que le costó a la cofradía cuatro reales. En el envés se pintó un retrato de San Marcos, posiblemente el patrón de la villa por aquellas fechas, que costó otros cuarto reales. El estandarte iba aderezado por once campanillas de plata. En cabildos posteriores se va a seguir enriqueciendo: el 5 de abril de 1591 se acordó hacer una cruz de plata para aquel. Al carecer de presupuesto para sufragarlo, se recurrió de nuevo a donaciones de cofrades que, según sus posibilidades, iban dando una fanega o media de trigo, o bien uno o dos reales.
- En los primeros cabildos también se adquirieron otros enseres necesarios para la cofradía:
Unas andas doradas y pintadas para la imagen de Nuestra Señora. En agosto de 1594 se acordó hacer unas nuevas, pues las que habían estaban quebradas.
- "una tienda de iyenzo para quando bayan a la fiesta que se haze en la ermita de nuestra señora de la Cabeza, ques de aquella parte de Andujar, atento ques costumbre entre todas las cofradias que acuden el dia de la fiesta...". En la elaboración de la tienda se empleaba, además de lienzo, madera, sogas y látigos de cáñamo y una garrucha, siendo coronada con una cruz.
- Un vestido para la imagen de Nuestra Señora de la Cabeza.
El inventario que se realiza de los bienes de la misma el 30 de octubre de 1588 informa del resto del ajuar de la cofradía. Entre los principales bienes, además de los ya mencionados se encuentran:
- Un cetro para el prioste con la imagen de la virgen de la Cabeza en un extremo, que le costó a la cofradía cuarenta y seis reales (mil quinientos sesenta y cuatro maravedís).
- Una imagen de la virgen que donó a la cofradía Francisco de Gámez. La imagen, que estaba en la iglesia mayor con una lamparilla de aceite, también posesión de la hermandad, tenía una corona de plata, una toca, una ropa de tafetán verde, media saya de raso colorado, una toca de telilla rizada, un manto de tafetán azul, una saya de raso negro, una ropa de tafetán negro y una toca de red de seda blanca. Unos cuerpos de unas mangas de telilla de oro, unos cuerpos de tramadillo negros, unos pechos de seda verde y oro, y unas ajorcas de plata sobredorada, muestra de la gran devoción que despertó esta sagrada imagen entre los lugareños.
- Se hace referencia a tres camisas, una de Holanda con pechos de oro y las otras dos de lienzo delgado, labradas con seda azul (que podrían pertenecer al prioste y a los dos alcaldes), además de otros alzacuellos y ropajes que podrían ser par el resto de oficiales, y cuyo fin fue el diferenciarse del resto de los cofrades. Para estos, como ya dijimos, se empleaban unos roquetes que debían ser empleados en todos los actos públicos de la cofradía. Esta indumentaria solía ser de color blanco. Afirma Luisa Fe y Jiménez que "los demás oficiales y cofrades de las otras hermandades se vestían, roquetes blancos y cubrían la cabeza con unos tocadores que terminaban en puntas, recogidos con una tohalla atada a una cinta de seda, que ceñia y apretaba el tocador a la cabeza, tendiendo los cabos de la tohalla por la espalda hasta la cintura".
Como vimos, este tipo de indumentaria dio que hablar a los curiosos y motivó que algunos hermanos no se la pusieran, obligando a la junta de oficiales a disponer que era imprescindible el roquete, condición sine qua non no se podía ser hermano, y estableciendo penas para los cofrades que no lo llevaran.
Un año después de su fundación, la cofradía consiguió hacerse con una gran riqueza de enseres, que fue aumentando poco a poco a pesar de su mala situación económica. Así, en el cabildo del 28 de agosto de 1597, se acordó la compra de una bandera que acompañara al estandarte: "que se compre una bandera para que se lleve delante de las procisiones que haze esta cofradía, como las llevan todas las cofradias que ban a Sierra Morena, y atento que se a tratado con Pedro de la Peña, vecino desta villa, que tiene una bandera de tafetán de muchos colores y es buena y la da por precio de sis mil maravedis, ques la mitad de lo que torna de costa, y la da a media paga, la mitad del dia de Nuestra Señora de Septienbre deste año y la mitad del día de Nuestra Señora de Septienbre de noventa y ocho años, y ansi se acordó (...) y se le descarga a Diego de Nofuentes en cuyo poder están los demás bienes desta cofradia".
La Cofradía de Nuestra Señora de la Cabeza de Huelma en el siglo XVI.
AMABLE VICO VICO.
martes, 24 de abril de 2012
ALBAÑILES DE HUELMA AÑOS 50, GRACIAS A MANUEL AGUILAR JUSTICIA:
Foto 1.- No recuerdan muy bien lo que estaban haciendo, pero los que salen son (de izquierda a derecha): Victoriano (no recuerda apellidos), Manuel Aguilar Justicia y Francisco Navarrete Pérez.
Foto 2.- En la construcción de la casa de Rosendo (no recuerda apellidos) es la casa que se encuentra por debajo de la antigua tienda de La Taza Granaina en la C/ Santa Anao, lo que es lo mismo, dos casas más abajo de la tienda de Lucas en esta calle. Los que salen son (de izquierda a derecha): Manuel Aguilar Justicia; Juan de Dios Marín; el niño de delante es hijo de "Corneta" y tio del Corneta que hay en el CEDEFO actualmente; la mujer de atrás es Pilar, la "Rubia", la mujer de Rosendo, el dueño de la casa; la niña es su sobrina; y el de al lado, Francisco Aguilar Justicia hermano de Manuel que ya murió hace unos años.
Foto 3.- Otra foto de la construcción de la casa de Rosendo, en esta salen, agachados Rosendo (dueño de la casa) y el chiquillo es Jacinto Mangón; y de izquierda a derecha de pié Rosendo el "Pineas" y Manuel Aguilar Justicia, Juan "Nebrales" y Francisco Aguilar Justicia.
Foto 4.- Es la construcción de la casa de Juan "el de Tito". Los que salen son: con la paleta Manuel Aguilar Justicia y al lado Juan de Dios Marín; debajo de izquierda a derecha Juan el de Tito, Domingo Rubio Quesada (hermano de "Patacorcho") y Antonio Aguilar Justicia "Cascabeles".
Foto 5.- Esta es la construcción de una casa en Solera pero Manuel no recuerda mucho de ella, y solo reconoce a la gente que se encuentra arriba de la casa, que son: Juan de Dios Marín, Antonio Aguilar Justicia y Domingo Rubio Quesada.
Foto 6.- Construcción de la casa de Isabel "Patarrilla", casa de la actual casa del "Lechero". De izquierda a derecha: Antonio Valdivia, Domingo Rubio Quesada, Francisco Navarrete Pérez, Manuel Aguilar Justicia, Antonio Aguilar Justicia y Francisco Lorite Aranda (cuñado de Manuel).
Foto 7.- Esta es de la construcción de la casa de Juan Vico "Pijapana". De izquierda a derecha: Juan Vico; el segundo no sabe quien es; Antonio Aguilar Justicia, Manuel Aguilar Justicia; el quinto no sabe tampoco quien es; José Aguilar Justicia (hermano de Manuel); Domingo Rubio Quesada y Juan de Dios Marín.
Foto 8.- Esta casa por mucho que la ha mirado (Manuel) no acaba de recordar que construcción es, sabe que es de Huelma pero no acaba de dar con cuál es. Las personas que salen son: la primera no la reconoce; el segundo Domingo Rubio Quesada; Manuel Aguilar Justicia y Juan de Dios Marín.
Dar las gracias a Blanca Guzmán Aguilar, nieta de Manuel, por el trabajo de recopilación fotográfica y documental, y por facilitármelo para esta entrada.
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